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Un bloqueo mental: es la única manera en la que puedo describir mi situación.

No sé qué decir o, mejor planteado se que decir pero… no sé de qué manera.

Podría hablar de ti, de mi, de nosotros, de él, de ella, de papá, mamá, etc., etc.

Puedo contar lo ocurrido en mi vida y agregarle algo picante, hacerlo literatura; puedo contar mi encuentro en el baño con un compañero al que despidieron una semana después; de la abuelita que sufre de alzheimer y nunca recuerda para que fue a donde fue, de su hijo muerto hace veinte años al que aun espera para la cena; de los cachorros de cartera y su vanidad mayor que el de sus dueños, de los gatos que se creen perros y maúllan desde sus puertas; puedo contar miles de historias… mi problema es el cómo.

Como empezarla, como seguirlas, como terminarlas; tu solías decir: yo se que decir pero tu...tu sabes cómo. bueno pues ahora es justo eso lo que me falta. No me queda ya nada de la “escritora literata” dentro. Creo que con cada historia banal escrita se me ha ido un poco de mi esencia y ahora solo queda: una tipa sentada frente al teclado tratando de escribir.