Odio al sol, el sudor, la gente… soy de la clase de
persona que viviría feliz en un invierno constante por el resto de su vida. Ojala
pudiera hacer algo que extinguiera el calor, me imagino el mundo sin la bola amaranja
sobre nuestra cabeza, un frio helado entrando en cada poro de mi piel congelándome…
¡oh el frio! Claro que es un pensamiento
demasiado egoísta. Sin sol el planeta entero y todos sus habitantes se verían sucumbidos
en un infierno gélido hasta la extinción y todo por mi incapacidad de soportar
los veranos.
Me gustaría vivir viajando de un
invierno a otro, recorrer el mundo país por país; viendo cada gota de lluvia, cada copo de
nieve, cada tonalidad azulinegra. Sentirme parte de estación, yendo de aquí para
allá, llegando a todos lados (menos a la Antártida… me imagino que es muy fría).
Hasta que un día llegue una carta, una llamada, un mensaje
de texto o quizás solo un tweet :
Queridos señor tal y señora cual (nunca
señor y señora tal o señora y señor cual, siempre distintos siempre separados).
Le informo que su hija murió ayer, congelada
afuera de… algún lugar. Después de perseguirla por mucho tiempo logre
alcanzarla, lamentablemente llegue tarde, la encontré como dormida, sin zapatos
ni abrigo… cansada quizás; estaba tiesa, azul… feliz, se fue con una sonrisa en el rostro.
Atentamente: Sol.
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