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lunes, 18 de febrero de 2013

escritura... ¿trabajo duro?




Alguna vez escuche a un profesor decir que para ser escritor… para escribir no era suficiente esperar  inspiración, a que la musas te poseyeran tres o cuatro días al mes; había que trazarse un plan, tratar a la escritura como un trabajo. Sentarse frente a un teclado  una o dos horas al día y  obligar a tu imaginación a dar frutos, producir, justificar su morada en tu cabeza.
De igual forma, un amigo me aconsejo crear un esquema. Colocar personaje tras personaje: 1 2 3; principal, secundario, cameo, copia, homenaje. La historia que esperas: A se enamora, A muere, A nace, A quiere morir, A no sabe si es B o X… tras mucho debate A termina siendo simplemente A. Su interacción: A se enamora de B… B ama a S… S es gay… A y B terminan juntos; B  H S son personajes mencionados dentro de la mente de A, quien los recuerda con nostalgia, A salvara el mundo, aunque solo con ayuda de B quien no es de su mayor aprecio; A y B son espejismos en una mente trastornada.  El final: A se suicida, A se casa, A es reconocido por el  mundo, A se vuelve viejo, gordo y loco, sentado en un manicomio escribiendo la novela con su sangre… ¿o heces? A… vive.
Me pregunto si es verdad ¿será necesario volver a una novela  un mapa conceptual?

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